La chispa de las protestas en Francia también ha encendido la llama en España. Los agricultores valencianos y de Castellón han intensificado sus movilizaciones para destacar la grave situación del campo y presionar a las diferentes administraciones para que actúen. Este miércoles, la Unió Llauradora en Castellón tiene programadas tres columnas de tractores y coches que recorrerán las carreteras de la provincia para converger en el puerto. Inicialmente convocada para denunciar las bonificaciones a las importaciones de cítricos de Egipto, esta manifestación se ha transformado en una muestra global de descontento por parte de agricultores y ganaderos.
Esta marcha será seguida por otra el 15 de febrero, también en el puerto de Castellón, organizada conjuntamente por AVA-Asaja, la Unió Llauradora i Ramadera, Asaja Alicante, la Coordinadora Campesina del País Valenciano (CCPV-COAG) y la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA-PV), con el respaldo de las Cooperativas Agroalimentarias de la Comunitat Valenciana y del Comité de Gestión de Cítricos. Además, están previstas concentraciones el 12 de febrero en el puerto de Alicante y el 22 del mismo mes en el de Valencia. El 21 de febrero, las organizaciones territoriales de la Unión de Uniones participarán en una «gran tractorada» en Madrid que concluirá frente al Ministerio de Agricultura bajo el lema ‘Nos sobran los motivos’.
La Unió denuncia las malas cosechas y los altos costos de producción, agravados por las importaciones de terceros países y las medidas «insuficientes» implementadas, así como el acoso que sufre el sector. En el evento de este miércoles, se incidirá en la «competencia desleal» generada por las importaciones de países terceros, según un comunicado.
Una columna de coches partirá desde Betxí y dos de tractores saldrán desde la Pelejana y Cabanes para converger en el acceso a PortCastelló alrededor de las 11 horas, donde se concentrarán. La Unió Llauradora considera que existen motivos suficientes para movilizar al sector, como la competencia desleal de las importaciones, las malas cosechas, la firma de un acuerdo internacional por parte de España para retirar las ayudas al gasóleo agrícola, los planes de sanidad «irracionales» para los ganaderos o la continua aprobación de nuevas exigencias ambientales.
La Unió señala que los puertos de la Comunitat Valenciana fomentan bonificaciones para la entrada de productos agrarios importados, mientras el Gobierno incumple las leyes y las sentencias de los tribunales, como la del contrato de doble tarifa para el regadío cuando hay un aumento de costos por la sequía y se riega más caro.
Protestas independientes
Este martes se produjo otra ola de protestas en toda la Comunitat Valenciana, liderada por organizaciones independientes que discrepan de las asociaciones mayoritarias y centran su atención en el cambio climático, exigiendo la derogación del Pacto Verde Europeo o la ley estatal contra el cambio climático. También abogan por más proteccionismo y la revisión de tratados comerciales para evitar una competencia injusta de terceros países.
En Castellón se organizaron dos itinerarios: uno en el norte, en la zona de Morella, y otro en el sur, que recorrió la N340 y la ronda de circunvalación de la capital de la Plana, generando atascos en algunos puntos. Esta protesta no fue comunicada a la Subdelegación del Gobierno, a diferencia de la programada para este miércoles.
Presión de Mazón
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha instado al Gobierno central a adoptar medidas más firmes ante los «ataques» que sufre la agricultura y la pesca en la Comunitat: «Este ataque a la pesca y la agricultura, en mi opinión, sin una defensa seria, sin un lobby serio y sin una influencia seria por parte del Gobierno de España, ya no tiene justificación».
Mazón ha recordado que el conseller de Agricultura ha anunciado una serie de iniciativas que desde el Gobierno de la Generalitat Valenciana se exigirán al Gobierno de España «porque no puede ser que miren hacia otro lado».
Además, Mazón ha señalado que la idea de reciprocidad ya no es aceptable. «¿Qué es la reciprocidad? ¿Que exijamos los mismos estándares a los productos que vienen de fuera que los que imponemos a los locales? Esta falta de equilibrio y equidad no puede continuar», opinó.
