La subida al Castillo de Peñíscola, una gozada para los sentidos

La subida al Castillo de Peñíscola, una gozada para los sentidos

Peñíscola es una de las localidades más interesantes para ver en la provincia de Castellón. Sus playas y la espectacularidad de su casco histórico consiguen que sea muy agradable para visitarlo y permite que nos centremos en ver todo lo que ofrecen sus playas de fina arena y que cuentan con todos los servicios necesarios para que disfrutemos de nuestras vacaciones en la provincia de Castellón.

En la parte más alta del peñón de Peñíscola se encuentra el Castillo del Papa Luna y para alcanzarlo, hay que recorrer las calles de la población, repletas de pequeños rincones que iluminan las callejuelas y que esconden sorpresas y vistas impresionantes. Para subir hasta el castillo, vamos a comenzar la subida por el Portal del Papa Luna o de Sant Pere, situado en la zona del puerto pesquero.

Desde el puerto pesquero de Peñíscola comienza una de las subidas más interesantes al Castillo del Papa Luna

El Portal del Papa Luna fue el acceso a la población desde el mar, aunque el tiempo ha hecho que quede como un acceso por tierra más. La empinada calle que parte desde esta entrada asciende, con el mar en su lado derecho, bajo las murallas. En el lado izquierdo se abren las primeras tiendas de recuerdos de Peñíscola que se encuentran en esta subida al Castillo.

Pequeñas casas que han sido reconvertidas en tiendas, bares y restaurantes donde coger fuerzas para continuar con el paseo por las bonitas calles de Peñíscola. A pocos metros del inicio de la calle se encuentra el Bufador, un accidente geográfico que conecta con el mar a través de una grieta en la roca.  Frente al Bufador, unos metros más arriba, se encuentra el Baluarte del Príncipe, donde se instalaron varios cañones para defender la ciudad del ataque de los barcos que llegaban desde el mar.

En este lugar se encuentra el Museo del Mar, donde se puede ver la especial relación que tienen los habitantes de Peñíscola con el mar Mediterráneo. La calle sube más, con el mar siempre acompañando al visitante. Justo cuando en la subida se pierde de vista al mar, nos encontramos con la Casa de las Conchas, una fachada cubierta completamente por conchas marinas. Esta casa es ahora una tienda de recuerdos y una de las más fotografiadas de Peñíscola.

En la cima de la subida se encuentra el Castillo del Papa Luna. Antes de acceder a la taquilla que permite la entrada al mismo, se puede visitar el faro, que se abre antes del acceso al Castillo. Desde la plaza en la que está ubicado el faro de Peñíscola hay una vista magnífica de la costa de la población, que  también se puede ver desde la parte superior del Castillo.

A unos pocos metros de la entrada del Castillo hay una estatua del Papa Luna, que se instaló en el año 2007 y que es obra del escultor Sergio Blanco, uno de los componentes del dúo Sérgio y Estíbaliz. En esta parte termina el camino hasta el Castillo de Peñíscola, aunque todavía queda la bajada, bien por la parte Norte del Castillo o sumergiéndose en las callejuelas que dan forma a esta población de la provincia de Castellón.

Otras noticias en Castellón