El Museo del Mar de Peñiscola recoge la tradición marinera del pueblo castellonense

El Museo del Mar de Peñiscola recoge la tradición marinera del pueblo castellonense

Subiendo al Castillo del Papa Luna desde el Portal de San Pere encontramos alguno de los lugares más emblemáticos del casco histórico de Peñíscola, el Bufador. Un poco más arriba de este curioso accidente geológico que une el casco histórico de Peñíscola y el mar Mediterráneo se encuentra el Baluarte del Rey. En este mirador se ubica desde el siglo XVI el cuartel de artillería, que con el paso del tiempo se fue convirtiendo a otros usos más pacíficos y desde hace varios años es sede del Museo del Mar.

En el mirador del Baluarte del Rey de Peñíscola se puede obtener una estupenda vista del Mediterráneo, ya que está situado a una altura considerable, en el peñón que ocupa el casco histórico de la población. En las almenas de las murallas que se abren al mar hay ubicados varios cañones restaurados, que dan fe de la presencia de los artilleros en siglos anteriores.

De cuartel de artellería a Museo del Mar

A pricipios del siglo XX el Baluarte del Rey se utilizó como escuela para niñas, por lo que recibió el nombre de Les Costures, que es el nombre que se le daba a las escuelas específicamente femeninas. En el año 1996 se inauguró el Museo del Mar, un recinto en el que se puede ver una curiosa e interesante exposición de piezas rescatadas de la costa mediterránea y una muestra de los tipos de embarcaciones y formas de pesca practicadas en la costa de Peñíscola.

Se trata de un museo pequeño en el que la visita puede hacerse solo en unos 20 minutos, por lo que se trata de una visita que puede resultar muy interesante y que ocupa muy poco tiempo. En el recorrido por la sala del museo se pueden ver, además de ánforas y piezas rescatadas de naufragios que han sucedido en la costa de Peñíscola, maquetas de embarcaciones de pesca utilizadas por los pescadores de la población a lo largo de los siglos.

Varios paneles muestran las características de estas, con información sobre su fabricación y uso en las artes pesqueras. También se registran las principales especies de peces que viven en la costa castellonense y que se pueden encontrar en las barcas de los pescadores.

Tras visitar el Bufador, que está situado a pocos metros calle abajo y el Museo del Mar de Peñíscola, podemos continuar subiendo por las empinadas y bonitas calles del pueblo hasta la puerta del Castillo del Papa Luna

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